Heredera de fuego – Trono de cristal 3

Sarah J. Maas y el universo romantasy que enamora al mundo

Sarah J. Maas no escribe libros. Levanta imperios. Mientras otros autores sueñan con crear mundos, ella los habita, los incendia, los besa apasionadamente… y luego los conecta con pasadizos mágicos entre universos. A estas alturas, decir que ha redefinido el romantasy —ese híbrido hechizante entre amor y espada— es casi una timidez innecesaria: lo ha coronado, vestido de terciopelo negro y lo ha hecho desfilar ante una legión de lectores hambrientos. Con sagas como Trono de Cristal, ACOTAR (Una Corte de Espinas y Rosas) y Ciudad Medialuna, Maas no sólo ha vendido más de 40 millones de libros: ha fundado una mitología contemporánea con más drama que una telenovela turca y más giros que un hechizo mal lanzado.

Nació en Nueva York el 5 de marzo de 1986, pero su verdadera patria era, desde el inicio, la imaginación. Fue adoptada, creció en el corazón de Manhattan y, tras el 11-S, encontró en la fantasía algo más que evasión: refugio, armadura, resurrección. Como quien lanza una botella al mar digital, a los 16 años empezó a publicar Queen of Glass (germen de Trono de Cristal) en FictionPress.com, una jugada que combinaba adolescencia y audacia en partes iguales. En 2010 firmó con Bloomsbury y en 2012, su primera novela impresa estaba en librerías. El resto, como suele decirse, es historia… o mejor dicho, romantasy con colmillos, alas y traumas no resueltos.